No fue fácil escoger un nombre para el proyecto. La palabra cáncer duele a muchas personas al pronunciarla. Se dice baja, o no se dice. Utilizamos muchas frases como “pequeño bache”, “tiempos difíciles”, el “mal”, estar “malita”… Nosotras lo llamamos por lo que es, CÁNCER. Y esta palabra no tiene que asustar. Es como cualquier otra palabra. Tiene su propia definición en el diccionario. Existe.
Todo y nuestra mentalidad con la palabra, no queríamos utilizarla ya que nos parecía que nuestro proyecto se desviaría del objetivo principal. Además, si poníamos el nombre en las pulseras, este no da que hablar para quien lo lea porque es explícito. Por este motivo, hicimos un brainstorming, preguntando a las personas más cercanas y razonando, pensando que es para nosotras el cáncer y lo que queremos transmitir. Durante el proceso, la madre de Alba tubo que esperarse 3 horas a que le hicieran un PET, al salir de la prueba le comentó que se le había ocurrido la idea de que era un compañero de por vida, un compañero de viaje.
Y os preguntareis, porque un compañero para siempre? Si te curas ya no “desaparece”?
Pues no. Aunque te digan la maravillosa noticia de que estas limpio, tienes que seguir haciendo controles. Aún años más tarde, cuando te den el alta definitivo, siempre recordarás ese tiempo difícil que pasaste y lo comentarás a menudo. A parte, quieras o no, cuando te duela alguna parte del cuerpo, encuentres algún bulto, entres en un hospital… Esto te recuerda a que tu compañero aún existe, no de forma física pero si mental. Depende de ti como lleves la carga que te ha tocado soportar. Nosotras hemos decidido que nuestro compañero es sociable, lo compartimos con todo el mundo, no nos lo escondemos.
En otra entrada hablaremos de porque hemos tomado esta decisión y no lo hemos escondido o quedado para nosotras.
Básicamente el nombre hace referencia a que la vida es tuya, es tu viaje personal y que el cáncer es un acompañante, no dejes que sea lo que dirija tu vida. La actitud es básica.